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PENSAMIENTO MÁGICO

Pensamiento Mágico Podemos definirlo como la atribución de un efecto a un suceso determinado, sin existir una relación causa-efecto, esto es, dicho de otro modo, pensar, que si utilizamos nuestro “boli de la suerte” para hacer ese examen tan importante, aprobaremos.

 

Estamos dotando al bolígrafo y al hecho de usarlo (causa) unas características “mágicas” que traerán como consecuencia aprobar el examen (efecto). Esta creencia se fundamenta en una contigüidad entre eventos: Hubo tres exámenes en los que saqué un diez y en los tres usé este boli, o es un bolígrafo que me regaló mi abuelo mientras me deseaba suerte para mi examen teórico de conducir, el cual aprobé a pesar de que no lo llevaba muy preparado. A partir de ese momento el bolígrafo toma unas “capacidades mágicas”.

 

También puede tomar un cariz negativo:

 

“Mi hermano se fracturó un tobillo justo después de que tuviéramos una fuerte discusión. Aparece el pensamiento mágico con la afirmación: “Se ha roto el tobillo por que me enfadé tanto con el que le desee mal”

 

Sobre todo en las supersticiones estos pensamientos toman un tono negativo, uno de los ejemplos más claros, los actores no quieren salir al escenario con prendas de color amarillo, ya que creen que da mala suerte, esta creencia se basa en un evento que tuvo lugar en el año 1673, el dramaturgo, actor y poeta conocido como Molière, fallecía tras un ataque de tos en el escenario y por supuesto, iba vestido de amarillo. Se genera una asociación errónea causa-efecto. “Si visto de amarillo algo malo ocurrirá”.

 

El número 13 da mala suerte, otro pensamiento mágico extremadamente extendido que se origina en la edad media y sigue hasta nuestros días, “confirmándose” a lo largo de la historia por eventos que se fundamentan erróneamente. Mera “casualidad” Este número está presente en determinadas fechas, asociadas a eventos catastróficos o negativos.

 

A grandes rasgos los pensamientos mágicos pueden darse bien por “contigüidad de eventos”, como en los casos que hemos expuesto o bien por “pensamiento asociativo”, como ejemplo: Algunas tribus creían firmemente que comiendo el corazón de sus enemigos adquirían su fuerza o sus habilidades.

 

Llevado al extremo el pensamiento mágico puede ser uno de los síntomas asociados al TOC (Trastorno obsesivo-compulsivo) o a la Esquizofrenia, entre otros, pero si acontece eventualmente, autores como Claude Lèvi-Strauss o Thomas Markle han afirmado que el pensamiento mágico tiene funciones adaptativas en determinadas circunstancias. El pensamiento mágico puede tener efectos positivos en situaciones en las que tenemos poco control.  

 

Si tenemos en cuenta la importancia que tiene la sensación de control (aunque sea ilusoria) en determinados momentos, o los resultados de los estudios que se están llevando a cabo, en relación a los efectos positivos del optimismo y la visualización positiva podemos concluir que el pensamiento mágico puede modificar tu comportamiento y en consecuencia modificar la realidad. Por otra parte en casos en los que los pensamientos no pueden influir en nada, el pensamiento mágico se convierte en innecesario y puede tener efectos negativos psicológicamente.

 

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