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Escuchar y Soltar para Aceptar la Vida

Todos nos movemos en continuos de dualidades o extremos. aceptar estas dualidades, que se expresan a veces desde el cuerpo, a veces desde lo emocional, a veces desde el comportamiento o el pensamiento, es crecer a lo largo de la vida. 

 

Cada ciclo de vida nos enseña a soltar y a coger, a flexibilizar nuestros aprendizajes antiguos para abrazar los nuevos. Los cambios, lo nuevo, lo que me daña o me moviliza, me ayuda a flexibilizar mi mirada para hacer que encaje en mis modelos mentales. Aceptar es soltar para poder coger, las dualidades nos enseñan la variabilidad y complejidad de la vida. 

 

El aceptar es definir las cosas como lo que son, no como nos las imaginamos según nuestras expectativas. Soltar nuestras expectativas no es renunciar a ellas, si no a contar con las complejidades para hacernos responsables de conseguirlas. Es hacernos cargo, es aceptar el principio de placer y de realidad. El principio de permitirse desear al mismo tiempo que permitirse la realidad y su funcionamiento tal cual es. 

 

Si por la mañana me encuentro en una caravana que me hace retrasar mi llegada al sitio donde quiero ir, sea el trabajo, una cita etc. Hacerme cargo y responsabilizarme de cómo quiero posicionarme ante esta situación es elegir conscientemente cómo quiero estar en dicha situación. Esto sí depende de mí, la caravana no.

 

Alguien me podría decir: "tendrías que haber previsto la caravana". Esto es como estar esperando el autobús intentando controlar cuando viene, o esperar a que llegue esperando leyendo un libro. Tú eliges. Es como responsabilizarte de no haber comprado el boleto ganador de la lotería después de saber el número premiado. Es la culpa a posteriori. 

 

Si te dejas llevar por tu reactividad y te enfadas, lo que ganas es irritabilidad, frustración, enfado, etc. con las consecuencias que esto tendrá en el desarrollo del día. Lo que no vas a conseguir es que la caravana vaya más rápido. Aceptar la realidad te permitirá elegir de manera reflexiva cómo quiero estar el tiempo que dure la caravana. Enfadarnos es algo normal ante estas situaciones otra cosa es que me la escuche y acepte para luego poder decidir, si me lo niego me pongo una venda emocional que no me dejará ver y sentir mis emociones y poder reflexionar y hablar con ellas. No me podré alejar para poder ver el bosque. No me podré hacer cargo de cómo quiero pensar, sentirme y actuar en dichas situaciones. 

 

Nicolás Luengo

Psicólogo, director de Síntesis TPE.